Guia per a families, escoles i educadors
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Los padres solos no pueden educar a sus hijos, hagan lo que hagan,
porque no pueden protegerlos de otras influencias muy poderosas. Los
docentes solos no pueden educar a sus alumnos, por la misma razón. La
sociedad tampoco puede educar a sus ciudadanos, sin la ayuda de los
padres y del sistema educativo. La intervención de padres y maestros es
imprescindible, pero todos debemos conocer sus limitaciones y reconocer
que, la tupida red de influencias en que vivimos, todos ejercemos una
Influencia educativa, buena o mala, por acción o por omisión. Vivimos
haciendo surf en la cresta de una ola que procede de mares muy distintos.
No podemos andar con paños calientes.
Si queremos educar bien a nuestra infancia, es decir, educarla para la
felicidad y la dignidad, es imprescindible una movilización educativa de
la sociedad civil, que retome el espíritu del viejo proverbio africano:
"Para educar a un niño hace falta la tribu entera"